Viviendo como hijos de Luz

Viviendo como hijos de Luz

En muchas ocasiones hemos escuchado un proverbio que dice: Candil de la calle, oscuridad en su casa. ¿A qué se refiere dicho proverbio? En realidad no es muy complicado de entender, examinando rápidamente los vocablos del proverbio, podemos encontrar palabras como candil, calle, oscuridad, casa, es fácil de entender, el candil alumbra, y la oscuridad, pues no permite ver, y si se relaciona en esa forma, pues se refiere a que alumbras en la calle y en tu casa eres un factor que no deja ver, que no vive realmente con claridad y coherencia de lo que dice ser fuera de su casa.

 

Vayamos a la carta a los Efesios en el capítulo 5:8-11 la palabra de Dios dice de la siguiente manera:

 

Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor. 11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.

 

La electricidad se ha convertido en parte fundamental en nuestra vida, viviendo en esta ciudad, sin el suministro de luz, la gente pasa a un plano de existencia a 80 años atrás, en donde a pesar de la nula existencia de luz en los hogares, la gente podía establecer un rol de actividades bastante productivo, sin tener que depender a la existencia de corriente eléctrica.

 

En la vida del creyente, se debe tener la misma relación, en nuestra vida cristiana, tenemos que hacer de la luz, algo permanente en nuestras vidas, pero, ¿a qué tipo de luz nos referimos?, a la Luz de la vida por supuesto, la luz nos da vida Juan 1:4: En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Jesús es la luz de los hombres. Entonces tenemos que hacer que Jesús sea algo permanente en nuestras vidas para que siempre tengamos luz en nuestro corazón.

 

La luz, en este caso Jesús, es la fuente de nuestra vida, y es muy importante que la vida del creyente permanezca en esa luz, que permanezca en Jesús, es por eso, que a continuación veremos algunos aspectos que nos evidencian como personas que viven como hijos de luz.

 

- El 1er. aspecto: Debemos ser imitadores de Dios. Efesios 5:1 ¿En qué forma debemos ser imitadores de Dios? En Mateo 5:48 encontramos una característica de Dios.

 

1. Perfecto, perfectibles en el Señor, mejorar día a día, hasta tener la estatura del varón perfecto.

 

2. Amoroso, aceptar y respetar a cada cual por lo que es, eligiendo amar en la misma forma en la que Jesús nos amó.

3. Perdonador, así como Dios nos perdonó en Cristo Jesús y por eso, ahora tenemos vida.

 

4. Misericordioso, tener misericordia de la gente, mostrar compasión y piedad por nuestros semejantes.

 

5. Benigno. Ser bueno con el prójimo y con los de la familia de la fe principalmente, no pensar con maldad, antes hacer el bien y vencer al mal con el bien.

 

- El 2do. Aspecto: Debemos andar en amor, Efesios 5:2 Dios es AMOR y donde hay amor, no falta nada, donde hay amor, no hay espacio para otro sentimiento, por que el amor lo cubre todo y a partir del amor, se construyen todos los sentimientos agradables al Señor.

 

- El 3er. Aspecto: Evitar el pecado en nuestras vidas, ¿cómo lo expresa el apóstol Pablo en Efesios 5:3-4? En la versión Nueva Internacional lo encontramos de la siguiente manera: Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. 4 Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias. Debemos evitar el pecado en su totalidad, por que la paga del pecado es muerte, la dádiva de Dios es vida eterna, entonces si nosotros queremos tener una vida como hijos de luz, debemos de evitar el pecado en todo tiempo.

 

- El 4to. Aspecto: comprobar lo que es agradable a Dios, ¿en que forma podemos saber que es lo que agrada a Dios? Hechos 10:35 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. Hacer la voluntad del Padre, vivir conforme lo marca su palabra, esto agrada a Dios, no creer que estamos viviendo correctamente en nuestra propia opinión.