Durante mucho tiempo el hombre se ha preguntado constantemente cómo es que Dios se comunica con los hombres, cómo es que los hombres podemos conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas, bueno, la respuesta no es desconocida, pero si un tanto complicada de entender o comprender.
La verdad es que si tu quisieras saber, dónde está Dios, solo tienes que mirar a tu alrededor, aquello que da vida a este mundo es el mismo espíritu de Dios, todo lo que tenga aliento y procesos naturales de nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte, es parte de Dios, esto es Dios mismo, así que, si tú te preguntas como es que puedo ver a Dios, lo puedes ver en la naturaleza, en los seres vivientes y en el hombre, por que Dios está en cada uno de ellos, el Espíritu de Dios se encuentra en cada una de esas cosas que da vida y movimiento a la naturaleza, incluyendo la vida del hombre.
Desde el inicio de los tiempos, Dios se comunica con su creación, podríamos decir que se comunica consigo mismo, siempre habrá una interacción entre Dios y su creación, pero con el hombre es distinto, Dios le ha regalado la oportunidad de ser independiente, de ser autónomo, de ser autosuficiente, hasta un punto determinado, Dios es espíritu y para que nosotros los hombres podamos tener comunicación con Él, tenemos que hacer nuestro Yo espiritual, si no lo hacemos crecer, no aprenderemos a hablar y a expresarnos con Dios, es un proceso que debemos tener.
¿Pero cómo saber, cuál es el proceso? Dios ha usado a hombres que han buscado su persona y han estados dispuestos a tener una vida apartada del mal, desde que el hombre comenzó a tener memoria en Dios, dejó que el Espíritu de Dios en la tierra, lo guiará y lo inspirara para escribir lo que Dios les hablaba directamente (Números 22:35), ya que no todos podían ver y/o escuchar a Dios frente a frente, es así como hombres santos, inspirados por Dios (2ª Pedro 1:21), comenzaron a escribir lo que Dios hacia en sus vidas y en la vida de la gente y pueblos que le buscaban, ya que Dios no es un Dios exclusivo, es un Dios inclusivo, para todos. Es así como nos podemos dar cuenta de que lo que encontramos escrito en la Biblia, es Palabra de Dios (Juan 17:17 y 1ª Pedro 1:23).
Dios ordena que pongamos su palabra en nuestro corazón (Deuteronomio 11:18) es por eso que para nosotros los cristianos verdaderos, tomamos la Biblia como el libro único, sin errores y con completa verdad, para guiar nuestras vidas y para resolver y encontrar respuesta a todas las preguntas que pueden surgir acerca de la vida y la ausencia de ella.
¿Cómo podemos estar seguros de esto? Los mismos escritores de la Biblia informaban que lo que Dios prometía y decía, todo se cumplía (Josué 21:45). El salmista también lo reconocía (Salmos 68:11; 105:42), El hombre más sabio del mundo expresado en la Biblia también lo acepta y aconseja (Proverbios 30:5).
Isaías nos enseña que la Palabra de Dios permanece para siempre, es eterna, no hay retracción en ella, ni falta de fidelidad (Isaías 40:8, Mateo 24:35), tan real es esta fidelidad que Dios nos enseña que su Palabra no es dada solo por casualidad, tiene un propósito y será cumplido (Isaías 55:11). Es importante que nosotros, como pueblo de Dios, pongamos atención que lo que encontramos en la Palabra de Dios, la Biblia, la escudriñemos y la pongamos en práctica de la forma correcta, siendo necesario que la compartamos con interpretaciones verdaderas, de lo contrario, Él se pone en nuestra contra (Jeremías 23:28).
La Biblia, la Palabra de Dios es sustento para nuestras vidas, Jesús lo enseñó y lo demostró en vida misma (Mateo 4:4), viendo y sabiendo esto, podemos encontrar el alimento, para alimentar nuestro Yo espiritual, este alimento es la Palabra de Dios, la cual se encuentra en la Biblia.
En la Biblia, la Palabra de Dios, encontramos salud, Jesús el hijo de Dios, y Dios mismo, solo con mencionar palabras, las cosas se cumplían y hacían (Lucas 7:7), para algunos la Palabra de Dios parece algo de otro mundo, parece locura al razonamiento humano por que en muchas ocasiones es incomprensible a nuestro entendimiento, pero Jesús nos enseña que debemos de creer en ella ciegamente y que nos avergoncemos por nada de lo que se diga en ella (Marcos 8:38), todo lo que está escrito se confirmará por Dios y la Palabra que salga de nuestra bocas, si esta es de Dios, también será confirmada con señales y prodigios (Marcos 16:20).
En la Palabra de Dios encontramos muchas promesas, encontramos vida (Juan 5:24: 6:68; 8:51), encontramos fortaleza, inteligencia, sabiduría para saber aplicar lo que aprendemos a nuestras vidas, libertad a nuestras vidas (Juan 8:31-32), pero así como tenemos cosas buenas en la Palabra de Dios, también tenemos condenación y depende de nosotros si queremos adoptarla o rechazarla (Juan 12:48).
En la Palabra de Dios, encontramos que Jesús, nuestro redentor es el hijo de Dios, y que en él tenemos vida eterna por que Él es el enviado de Dios (Juan 14:24) es necesario amarle y aceptar el evangelio que el nos trajo para poder tener lugar con el Padre.
Si nosotros guardamos la Palabra de Dios en nuestros corazones tendremos recompensa en Él (Apocalipsis 1:3) no debemos olvidar que el tiempo del Señor esta cerca y debemos mantenernos velando, orando y leyendo las escrituras para estar preparados a la venida de Jesús.
¿Serás un buen cristiano, manteniendo la Palabra de Dios en tu vida, mente y corazón, o serás un mal cristiano, dejándola que se empolve y sin efecto en tu vida, viviendo en contra de la voluntad de Dios?
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