Nuestro cuerpo, la máquina más admirable y perfecta, con vida própia en la faz de la tierra, creada por Dios y sustentada por Él mismo, nos llena de admiración día con día, los grandes científicos han estudiado por mucho tiempo el funcionamiento del cuerpo humano, y aún en la actualidad quedan miles de cosas por descubrir, la palabra de Dios, la Biblia, nos dice que Dios creo al hombre a partir del polvo de la tierra, y que fue creado para tener vida, y que con su vida dar gloria a su Padre, el creador. Gn. 2:7,22.
Padre de los cielos, ayúdanos a entender y comprender los grandes misterios que aún no han sido revelados para nosotros, y que la gracia de tu Espíritu Santo nos llene de sabiduría para mantenernos humildes ante tan gran conocimiento.
Nuestro cuerpo es la materia más importante para el ser humano, en todo su desarrollo físico, profesional, emocional y social, el cuerpo es la cosa más importante par cualquier persona, pero existen muchas ocasiones en las que no llegamos a darle la importancia que esto requiere, ¿por qué?, es sencillo, dice el proverbio: "al que nada le cuesta, todo lo vuelve fiesta", ¿es acaso lo que pasa con nuestro organismo? por que hasta que el cuerpo comienza a quejarse, es cuando nos preocupamos por hacerle la afinación, verificamos el tipo de gasolina que le estamos dando y nos ocupamos en el tipo de aditamentos que usamos en él, vicios, excesos, mala alimentación, monotonía y sedentarismo, poca ocupación cerebral, etc, etc.
La palabra de Dios en Mateo 6:25, nos dice que no nos debemos de afanar por nuestra vida, qué es lo que habremos de comer o de beber, ni por neustro cuerpo, con qué lo tengamos que cubrir, que nos debemos de preocurparnos por conservar la vida, por que eso es más importante que el alimento y el cuerpo más importante que el vestido; en otras palabras, nos es más importante tener un cuerpo con vida y sano, que un cuerpo vestido con ropas elegantes pero enfermo.
La higiene y los buenos hábitos de alimentación son muy importantes para mantener un cuerpo sano y con vida, lo hermoso en este versículo, es que Dios es quien nos proveé de lo necesario para mantenernos sanos y con vida, en tal caso, no necesitamos preocuparnos por lo que llegaramos a tener ene sta vida en uestiones materiales. Es importante reconocer y darnos cuenta de que si Dios ha prometido esto, el proveernos de lo que necesitamos, nos abandonaremos a que Dios baje y nos de las cosas en nuestras manos o las ponga a nuestros pies, nosotros debemos hacer nuestra parte, hacer lo necesario para poder obtener las bendiciones de Dios, nosotros en general somos las manos de Dios en la tierra, así que, tenemos que hacer lo necesario para que Dios actue a través de nosotros y derramar sus bendiciones, ya que el obrero es digno de su salario, tendremos que hacer lo mínimo indispesable y en ocasiones un mucho más, para que nuestro trabajo sea digno de nuestro salario.
En tal caso, nuestro cuerpo es un elemento escenecial para nuestra vida en esta tierra, y una vez comprendido que Dios se merece toda honra y gloria, necesitamos de nuestro cuerpo para hacer efectiva esta alabanza y adoración. La palabra de Dios nos enseña que no por que tengamos cuerpo de Hombre, tenemos que ser como todos los hombres de la tierra, por que una vez aceptado a nuestro Señor Jesucristo como nuestro Sañvador, pasamos a ser extrangeros, ya no somos más de este mundo, en lo siguiente podremos observar algunos resultados de nuestros cuidados o descuidos al cuerpo que Dios nos ha prestado para tener vida en esta tierra.
1. RESULTADO DEL PECADO SOBRE EL CUERPO/PERSONA.
A) Llega a ser instrumento de pecado (nuerte). En la carta a los Romanos en el capítulo 6, verso 12, nos enseña que no debemos dejar que el pecado reine en nuestro cuerpo mortal, y lo obedescamos en nuestras concupisencias, es así que nuestro cuerpo llega a ser instrumento de pecado, por que el apostol pablo nos enseña que cuando fornicamos pecamos contra nuestro propio cuerpo, pero si cometemos otro tipo de faltas, no solo involucramos nuestras vidas, sino que involucramos a segundos y a terceros, siendo instrumento de pecado para que otros obren en mala forma, en el verso 16 del mismo capítulo, nos enseña que si nosotros dejamos que el pecado reine en nosotros, nos convertimos en esclavos del pecado, por que le servimos a los propósitos de perdició que este tiene, y si servimos a alguien, para lo bueno o para lo malo, nos covertimos esclavos de aquello para lo que estamos sirviendo.
Es por eso que nuestro cuerpo, debe servir como estuche para guardar el alma y el espíritu que Dios nos ha dado, y no dejar que el pecado reine en nuestras vidas, sino que de ahora en adelante vivamos en el espíritu y no en la carne, "por que mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte" Rm. 7:5.
B) Esta sujeto a la muerte. Nuestro cuerpo, es mortal, desde el inicio de los tiempos, y esto fue declarado por Dios mismo, no podemos ser inmortales en este mismo cuerpo, por que tiene tendencia al pecado y a la maldad. en Génesis capítulo 3, verso 19, la Palabra de Dios nos dice que nuestro cuerpo se alimentará con el sudor de nuestra frente, hasta que volvamos a la tierra de la cual fuimos tomados, por que polvo somos y al polvo volveremos; esto garantiza que ninguna persona tiene algún trato especial y todos y cada uno de nosotros estamos suejtos a las mismas condiciones. Dandonos cuenta de esto, si no somos concientes de nuestra situación y cuidamos de nuestra acciones para no vivir en pecado, no solamente moriremos corporalmente, sino que también moriremos espíritualmente.
2. RESULTADO DE LA SALVACIÓN EN EL CUERPO/PERSONA.
A) Se convierte en miembro de Cristo. En la primer carta a los Corintios, en el capítulo 6, verso 15, nos enseña que una vez que hemos aceptado a Jesús en nuestra vida, como Señor y Salvador, nuestros cuerpos se vuelven especiales y pasan a ser parte de Cristo, y que por ninguna causa, podemos seguir manteniendo una vida como el mundo nos ofrece, o acaso, ¿le quitaremos a Cristo parte de sus miembros y lo daremos al pecado, o siervos de la concupisencia que nuestras pasiones nos inducen a cometer?
B) Se convierten en templo del Espíritu Santo. En el verso 19 del capítulo 6 de la primer carta a los Corintios, el apostol Pablo nos enseña que Dios nos ha dado al Espíritu Santo y que el lugar en el que Él mora es en nuestros corazones, en esta forma el Espítitu Santo mora en nosotros, en vuestros cuerpos, siendo esto verdadero, nuestros cuerpos pasan a formar un templo, donde mora nuestro Dios, el Espíritu Santo, llegando a ser tan sagrado, que merece cuidados tan especiales como lo es nuestro Dios y Señor en su forma del Espíritu Santo.
C) Recibe nueva vida. En las promesas que Dios nos ha dado, a través de su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo en la vida de los profetas. el día que nuestras vidas errenales lleguen a su fin, la esperanza de que el Espíritu de aquel que levanto de los muertos a Jesús, el cual también mora en vosotros, el que levanto a Jesús de los muertos, vivificará tambien a nuestros cuerpos mortales, por su Espíritu, que también mora en vosotros, así recibimos nueva vida, teniendo un despertar espiritual, un nuevo nacimiento, a partir de nuestra oración de Fe, en la que aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, nuestro perdón de pecados.
¿Cómo podemos conservar dicha salvación y mantener a nuestro cuerpo libre de pecado?
En realidad pareciera al complicado de lograr, pero Dios nos da la victoria antes de que nosotros tengamos pruebas y luchas en nuestra vida; en la carta de Santiago en el capítulo 3 verso 2 al 4, podemos aprender a poner freno a los deseos pecaminosos de nuestro cuerpo, en tal forma controlamos nuestro cuerpo, comenzando por nuestras palabras, que si nosotros no ofendemos en palabra a alguien, llegaremos a ser varones perfectos, creciendo en gracia para con el Padre de los cielos. Por que así como nosotros podemos controlar a los animales por medio de un freno en sus bocas, así tambien podemos hacerlo con nuestros cuerpos.
Otra forma en la que podemos conservar nuestra salvación y al pecado al margen en nuestras vidas, es disciplinando nuestros cuerpos, en la primer carta a los Corintios en el capítulo 9, verso 27, el apóstol pablo nos enseña que a través del ayuno y la disciplina, nos entrenamos y disciplinamos para dominar a nuestro cuerpo y no que él nos domine, siendo accesibles a sus deseos malos, es aqui cuando aprendemos que el uso de la disciplina en nuestras vidas, también nos sirve para conservarnos en actitud y aptitud agradable ante Dios, conservando de tal forma nuestra salvación.
Una tercer forma de someter a nuestro cuerpo libre de pecado y conservar nuestra salvación es complaciendo a Dios, en la carta a los Romanos que Pablo escribe, en el capítulo 12, verso 1, nos enseña que una vez que hemos aprendido que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, presentemos nuestro cuerpo en un sacrificio vivo, que ayunemos y oremos, le cantemos, alabemos y adoremos, no solo cuando tengamos ganas, mejor aún, cuando el sacrificio sea verdadero, agradeciendo a Dios por sus misericordias, presentándonos limpios ante Él, sin mancha ni arruga que pueda hacer que nuestro sacrificio deje de ser agradable para Dios. así nos haremos más fuertes en Espíritu y el dominio sobre nuestros cuerpos será mayor día con día, teniendo en consecuencia, la salvación de nuestra alma y una comunión permanente con nuestro Dios y Señor Jesucristo.
Ahora yo te pregunto: Tu cuerpo ¿es tu enemigo o tu aliado?, ¿vives para tener vida, o para crear muerte?, segun a las promesas de Dios, el Espíritu Santo nos vivificará, tu, ¿quieres recibir un cuerpo nuevo?, ¿serás capaz de cuidar el cuerpo que tienes ahorita para que Dios te de uno nuevo y puedas estar con Él en gloria? Filipenses 3:21.
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